05 April 2005

Un Prank Clásico

Contrariando la idea popular, Calleja no hace pranks solamente el primero de Abril. Calleja es un lean mean, pranking machine todo el año. No hay día que pase sin que alguien caiga victima de un prank callejil: diurex en el grifo, plástico transparente cubriendo el escusado, mariguana en los gansitos, pintura verde en la leche, dinamita bajo la almohada...cosas así.

Y la semana pasada no fue diferente, uno de mis roomates se tomó una semana santa extra larga y no estuvo así como...toda la semana. Normalmente lleva consigo su amado Derby del cual nunca se despega, lo lava casi diario, le cambia el aceite una vez a la semana, le canta por las noches, etc. Pero ésta vez se fue en taxi o en camión en pinche globo aerostático o algo...el punto es que dejó su coche.

Así que, como los más inteligentes infieren por el título, decidí hacer una de mis famosas Pranks Callejiles©, con el Derby como víctima. El prank es simple pero efectivo en idea....desarmar el automóvil en sus componentes básicos, transportarlos a algún lugar cerrado, en este caso nuestro depa, y luego proceder a re-armar el coche. De esa manera el roomate regresará para encontrar su amado Derby descansando en la sala.

Solté una leve risa maniática mientras acomodaba mis herramientas en la calle. Esto iba a ser una obra maestra. Tenía todo lo necesario....una palanca (crowbar), un martillo, un mazo, una soldadora y una llave de esas chistosas con dos cabezas.

Ahora, les voy a ser honesto, sé lo mismo sobre coches que lo que conozco sobre arte moderno aplicado a la sociedad antigua usando el teorema de Pitágoras como fundamento....ósea, no mucho. No tenia ni idea de por donde empezar el desarmamiento, así que tomé la palanca y golpeé el parabrisas repetidamente. Recogí todos los pequeños vidrios y los metí en una caja, para pegarlos después.

Luego metí la misma palanca entre la puerta del piloto y el coche y pinche jale como idiota una buena media hora antes de que las bisagras se jodieran y la puerta comenzará a separarse. Después decidí acelerar el proceso y le di un mazazo, finalmente separando la puerta y mandándola a girar por la calle.

Estuve changándole en procesos similares como una hora, y en eso llegaron tres güeyes Cholultecas.

"Que pedo", dijeron
"Que onda," contesté sin aire, cansado
"¿Qué haces?" preguntaron
"Le voy a hacer una broma a mi roomate," les dije, tomando unos segundos para sentarme en uno de los asientos que antes estaban dentro del coche y descansar. Los güeyes nomás reían.

"¡A huevo! ¿Quieres que te ayudemos?" preguntaron
"Si quieren," jadeé, señalando con un movimiento al coche. "Sepárenlo en pedazos chicos que podamos mover después." Uno tiene que ser explícito con los Cholultecas, si no pueden cagarla y pinche romper algo o algo.

Así que los amables güeyes tomaron el mazo y el martillo y la palanca y se pusieron a trabajar. Arrancaron pedazos, sacaron las puertas que faltaban, y hasta el chasis empezaron a desmantelar a madrazos. Sonreí para mis adentros y me recliné en el asiento del piloto, ahora en la banqueta. Los idiotas estaban haciendo todo el trabajo.

Unos 15 minutos después se pararon otros güeyes y me preguntaron que cuanto por unirse al desmadramiento del coche.

"Esto no es un desmadramiento de coche," Les dije. "No tiene que pagarme nada, si quieren ayudar a desarmarlo, adelante."

Parecieron muy contentos y hasta me dijeron que habían traído sus propios mazos.

"Que bueno," les dije, "por que esos güeyes están usando el único que tengo."

Así que ya había seis güeyes haciendo todo mi trabajo mientras yo me sentaba en la sombrita, tomando Nestea.

Tomó en total unas seis horas para que los güeyes desmantelaran por completo el coche. Después les pregunte que si me ayudaban a meter todas las piezas al depa, pero me dijeron que nel, que ya estaban bien cansados. No los podía culpar, así que decidí hacerlo sólo.

Me acomodé junto a lo que parecía ser el motor, poniendo un pie firmemente a cada lado del gran pedazo de metal, e intenté levantarlo.

"AGH, PINCHES PEPINILLOS POSEIDOS!!!!" exclamé, jodiéndome la espalda. Me caí, inundado de dolor. Después de unos quince minutos de leves quejidos y revolcadas en silencio, logré arrastrarme hasta el departamento. Me puse Icy-Hot en la espalda y me acosté a ver Los Simpson. Era un capitulo bastante chido, en el que Bob Patiño quiere usar una bomba nuclear para destruir Springfield. Ah, buenos tiempos.

Después de eso me comí un sándwich de crema de cacahuate con jarabe de chocolate Hershey's y me acosté a leer mi colección de comics de Calvin & Hobbes.

"Que iba a hacer?" Me murmuraba ocasionalmente, dejando de leer a Calvin con gesto pensativo. "Meh", concluí, regresando a la acción animada.

Después me eché una geta de huevos.

Me pregunto cuando va a regresar mi roomate, el cabron me debe como pinches cuarenta varos.

4 comments:

Alice said...

Si es del mejor estilo original chamaquito.

me reí.

Elotito said...

Ok, Calleja:

Me pediste que te dijera que eres extremadamente sexy... que todos tus pranks me excitan, que sólo leerte me humedece.

Y nel, no acepto tarjetas de crédito.

a said...

(*)(*)(*)(*)1/2

Luis said...

Donde habia leido esto...donde?....ah ya, en Tom Sawyer guey!