27 January 2006

Pointless Bully

La vida es como un bully. Un primo o hermano mayor que se la pasa jodiendo.... chance un poco más cruel que un familiar, como uno de esos grandotes de la escuela en primaria que parece no hace mas que pensar en maneras diferentes de joderte y ridiculizarte todos los días.

Y es bastante efectivo, el bully del que hablamos, pues por donde menos esperas el zape... de ahi viene. Siempre.

Y las reglas normales para lidiar con estos malosos no aplican con la vida. No puedes enfertartele y tal vez llevarte una buena moquiza y madriza, pero ganando el respeto suficiente como para que deje de enfocar su poder joditivo en ti y lo haga en algún otro ñoño con alguna lonchera "infantil" burlable. No... si te le pones al brinco a la vida acabas madreado... pero no ganas nada. No equivalent trade this time.

Pero el bully vidal no es sólo cruel, a veces se divierte simplemente desconcertandote.... como si tu cara de idiota fuera más divertida que robarte tu lunch en recreo. Un tropiezo, aunque no te caigas, sigue siendo divertido de ver. Sobretodo si reaccionas de manera chusca... algún gesto exagerado o algún gritillo femenino de sorpresa.


Nunca habia pasado exactamente por lo que estoy viviendo ahora. Pero en realidad eso siempre es cierto, de alguna u otra manera. Parafraseemos.

No sé en donde estoy parado... sé que es terreno intestable y engañoso, pero también logra que cada paso tenga cierta cualidad elevativa que hace que valga todo la pena. Y volviendo a parafrasear.... nah, eso me lo reservo.

El punto es que no hay punto. No puedes saber el punto. Buscar el punto es estúpido e insconsecuente de manera relevante... tenemos que desechar la idea de que NECESITAMOS un punto. Vivir sin punto es mucho mas relajante, desconcertante pero ultimadamente inteligente, que vivir buscandolo.


Ah, pinche vida como jodes, la neta. Ogete.

Pero que bien me caes, hasta eso.

2 comments:

Liz said...

nomas para que no se vea asi como que nadie te puso comment...

si... la vida...

[Akira] said...

Pues si, sr. Calleja, la vida no tiene punto. Creo que uno le pone el punto que mas le convenga.