28 September 2007

For All Eyes But Yours

No deberías estar aquí, no después de tanto. Como suegra no bienvenida te aferras a no dejarme en paz, mientras yo tengo que poner cara de que te adoro.

Y esa es una mera analogía, la realidad es todo lo contrario.

Como buen soldado me fui entrenando a mi mismo a superar lo insuperable, a crear distracciones para el aparente mientras lo no aparente lentamente se desnudaba de ti. Y he tenido éxito, más del que hubiera creído posible.... pero cuando menos me lo espero, cuando más vulnerable estoy... apareces... un olor, una memoria, una voz, un nombre. Y esos catalistas son suficiente para que todo el desnudamiento anterior sea irrelevante por un tiempo, y entonces todas son tú, a lo lejos todas son tú, todas tienen algo en común contigo de cerca. Y luego reagrupo y retomo el terreno.... incluso a veces por semanas enteras.

Siempre me ha intrigado la ambigüedad de la naturaleza humana... como podemos tener opiniones opuestas y debatiendo dentro de un mismo cerebro. No es sorprendente que la paz prolongada sea tan utópica cuando no podemos estar en paz ni como individuos.
Y así existes... con dos ejércitos combatiendo constantemente... a veces en una guerra abierta, escandalosa que me tumba... a veces con una guerra fría y secreta que me permite guardar apariencias. Dos ejércitos... uno queriendo erradicarte por completo, destruirte, separarte de mi, obliterar toda memoria tuya; el otro queriendo tatuarte a mi corteza cerebral, no dejarte ir, no permitir que olvide la forma de tus manos, el timbre de tu voz, el olor de tu pelo.

Cada uno ha tenido sus victorias y derrotas... pero en el gran mapamundi de mi cerebro el resultado es que sigues ahí.... normalmente intangible, insignificante, eterea... pero ahí, constantemente ahí, justo en el borde de mi consciencia, encontrando...como buen virus...el lugar perfecto para agarrarte si llegara yo a destruir en donde antes estabas.

A veces ni yo mismo me lo acepto... pero te extraño... un extrañamiento a regañadientes, forzado, hostil y al mismo tiempo... necesario. Una parte de mi que, ahora que lo pienso, es esa que sólo tú has visto, necesita extrañarte.

Cuando estabas aquí te tomé por sentado más de lo que me podía admitir, ahora que no existes más que en mi cerebro me doy cuenta de lo trivial que es extrañar...y lo humillante del necesitar.

2 comments:

Eduardo said...

Éste es un post muy huevesco.

El Mulder said...

Jajajaja, chale, ya todos los posts sinceros son huevescos, que mamada.

Oye pero... que post más marica.

Tutututututututu(me hago el loco, en mi blog hay varios de esos y uno que cuenta como por 30)tutututututututututu.